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Francia, específicamente Burdeos, es el territorio que da origen al Merlot, así que no es de sorpresa que aquí es en donde se producen los mejores vinos.
Originarios de una pequeña denominación de Pomerol, una casi plana meseta de arcilla profunda justo en el borde de la ciudad de Libourne, el Merlot es la segunda variedad más solicitada después del Cabernet Sauvignon.
Es una uva dominante porque su capacidad de maduración, que es tradicionalmente más confiable que la del Cabernet Franc o del Cabernet Sauvignon, por lo mismo, es muy apreciada por los productores de Burdeos ya que puede resultar el equivalente a un seguro de vida cuando se ha tenido una cosecha pobre.
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Parte del éxito del Merlot en Burdeos, es debida al hecho de que los vinos están listos para beber en una etapa temprana. No hay necesidad de esperar a que envejezcan. Como la mayoría de los vinos franceses, están hechos para ir con la comida.
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Opciones hay tanto para beber todos los días como el Domaine des Oliviers 2005 o el Michel Laroche 2005, para un fin de semana como el Château Nenin 2004 Pomerol o para ocasiones súper especiales como el Château Pétrus 2004 Pomerol.
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