¿Cómo distinguir un vino bueno de uno malo?

Para seguir haciendo crecer nuestra pasión por el vino, hay que informarnos todo lo que podamos. Por eso te dejo esta nota de 'Animal Gourmet'. 

Mucha gente asegura que “el mejor vino, es el que más te gusta”, lo cual no es del todo cierto porque el gusto es subjetivo, mas no la calidad. El hecho de que nos guste o no un vino, o uno nos parezca mejor que otro, no los hace buenos o malos, simplemente nos gusta o no nos gusta y ya.

Entonces, ¿cómo saber cuando un vino es verdaderamente bueno o verdaderamente malo de acuerdo a su calidad?

Hoy en día los estándares internacionales exigen cierto manejo en el vino por lo que afortunadamente no vamos a encontrar muchos vinos malos. Con lo que sí es más probable que nos topemos es con “malas botellas”, las cuales pudieron o estar mal guardadas, mal transportadas o simplemente estar tapadas con un corcho “enfermo” que dañó el contenido.

A lo largo del tiempo, losexpertos han definido ciertas condiciones que debe reunir un vino “bueno”. Sin embargo eso no garantiza necesariamente que nos guste, pero asegura que el vino reúne ciertas características que implican mayor probabilidad de éxito a la hora de tomarlo.


Un vino bueno tendrá…


Equilibrio


Es la relación que mantienen la dulzura, la acidez, el tanino y el alcohol. Puede haber vinos más ácidos que otros o con más alcohol que otros, sin embargo el balance adecuado de estos componentes hará que ninguno destaque abruptamente. En el caso de vinos en los que particularmente se está buscando acidez, dulzor o tanicidad habremos de estar conscientes de ello de acuerdo a nuestros gustos.


Longitud


¿Te ha pasado alguna vez que pruebas un vino que a primera impresión es muy potente pero casi de inmediato cae en el olvido de tu paladar? Bueno, pues a eso se le llama un vino corto. La longitud tiene que ver con el sabor que se percibe a todo lo largo y ancho de la lengua y el paladar, además de la permanencia del mismo una vez que se ha tragado el líquido. Dicha longitud implica un signo inequívoco de calidad.


Profundidad


Una vez más la subjetividad entra en juego sin embargo, aún entre la subjetividad hay capas, como en el vino. Cuando un vino se percibe de una sola forma, o sabe a una sola cosa ─sin evolución, sin esas “capas”─ nos referimos a un vino plano. Por el contrario, cuando el vino va desplegando sabores, aromas y capas “subterráneas” hablamos de profundidad.

Complejidad


Va muy de la mano de la profundidad. Ya que son esas diferentes “capas” lo que hace más entretenido ir “descubriendo” el vino. Esta complejidad es lo que lo hace sorprendente en cada sorbo.


Tipicidad


Esto significa que el vino sepa a lo que es. Es decir, las regiones, las uvas y los procesos nos hablan de qué habremos de esperar en un vino. Si el resultado final corresponde a estas características, entonces se trata de un “vino congruente”o sea un buen vino; de otra formapuede haber “truco” de por medio para que el vino aparente ser algo que no es.


Características de un vino malo…


En el caso del vino malo, hay indicadores también consensuados que se presentan:

Fruta pasada


Cuando un vino sabe a fruta pasada o dañada, puede indicarnos que las uvas con las que se hizo no estaban muy frescas.

Vinagre


Actualmente es poco probable que un vino se avinagre debido a la tecnología, los procesos y los conservadores, sin embargo, todo es posible.

Olores químicos o bacterianos


Si percibimos aromas de acetona, huevo podrido, llanta quemada o ajo pasado (estos tres últimos son derivados del azufre), seguro el vino no está del todo bien.

Oxidado


Cuando percibimos aromas metálicos, cocidos o débileses muy probable que el oxígeno haya encontrado forma de entrar en la botella, arruinando el vino.

Corcho


Es el defecto más presente en los vinos y se detecta por aromas a cartón o a humedad que empeoran cuando el vino se sirve en la copa. No hay ningún vino que asegure salvarse de este problema ocasional.

De la botella a la copa…


Ojo: a veces culpamos al vino cuando la responsable del crimen contra el elíxir fue la copa… Es importante revisar que nuestrasno huelan (a nada) ni tengan polvo u otros elementos extraños.

Finalmente, el secreto de encontrar nuestro buen vino radica en explorar y probar constantemente diferentes etiquetas para así seleccionar los más adecuados a nuestros gustos, disfrutando plenamente y sin detenernos mucho a pensar y a juzgar cuales son los buenos y los malos.

Por: Fabiola de la Fuente.


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